28 de enero de 2016

[69]

Cierro los ojos y pienso. Siempre en el mismo caldo de reflexiones. Siempre desde mi, desde el mismo nudo o los mismos cabos sueltos. Siempre ahí, siguiendo esa cuerda del hábito, de las cosas que sé que sé. La linea de pensamientos conocidos, procesados, fáciles.

Hola, estoy acá, pensando. ¿Que quiero? Si, ya pensé que quiero, pero no se... estoy mal. Pero estoy bien. ¿Que necesito? No se. ¿Que quiero? Otra vez esa pregunta. Basta. No se que quiero. Quiero viajar. ¿Quiero viajar? Creo que si. ¿Por que quiero viajar? ¿Por que estoy mal? Es por mi trabajo. Es por que me aburro. Es porque no se que quiero. ¿Que es saber que queres? ¿Es porque tengo tiempo para pensar? Pero si pienso en las mismas cosas... creo que en realidad no estoy pensando. Cuantas preguntas... a ver, Sole, ¿que querés pensar? ¿Tenés respuestas o solo vas a preguntar?

No se ni a donde ir cuando pienso. Estoy paralizada. El tiempo pasa y doy vueltas. No hago nada pero quiero todo. Busco a alguien, a veces le cuento que me pasa, casi nunca con éxito. A veces le cuento un paquete de ideas que puedo expresar, que se que los demas entienden. A veces, solo digo cosas sin importancia, o me río, o hago reir. Eso me ayuda, pero me ayuda a distraer, no me ayuda a mejorar o a aclarar cosas. Y también pienso que cosas quiero aclarar. Me da la sensación de que estoy en cero, que nada me conduce a lugares. Nada me frena, pero es tanto a donde ir que no puedo. Las opciones me aplastan y me enfrento a que no sabía que hacer conmigo, hace tiempo que no sabía que hacer con esto que soy. Las expectativas, la diversión, las responsabilidades, las ideas, el cuerpo. Esta todo ahi y no se que voy a hacer con eso. No se conducirlo. Paro. Quiero dormir.

No hay comentarios.: