5 de noviembre de 2008

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Será que el pensamiento es rebelde.
Y que a veces es malo y atropellado y gruñon e inflexible e impenetrable y terco y gritón. Muy gritón, porque no sabe quedarse adentro esperando o jugar quietito o molestarse a si mismo. Sale apenas surge, es cierto que la mayoría de las veces pasa por una fuerte batalla contra mi autocontrol, pero la mayoría de las ocasiones me gana y rápido. Se me escapa, me engaña y dice cosas, pone caras, habla con las personas que me rodean y las pelea, las trata mal y yo que lo miro desde adentro, medio quebrada por la batalla de hace un rato, pienso en como está tan claro que no solo yo vivo adentro mío.

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