4 de mayo de 2008

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Hay momentos en que miro a la gente y me preocupo.
Hay tanta estupidez, tanta ignorancia... ignorancia de la que soy parte, estupidez para la que me entreno día a día.
Ya lo he dicho varias veces, es algo que me pasa, cuando no pienso estoy mas contenta, menos preocupada, como más liviana. Pero cuando por alguna razón paro a mirar donde estoy, por que estoy donde estoy y todos esos rollos existenciales me doy cuenta que estoy llena de basura comercial, que me manejo por esteriotipos para entender a la gente, que de hacho trato de pertenecer a algún grupo que comunique algo parecido a lo que me gustaría ser.
Veo que gran parte de mi vida pasa por las apariencias y por lo que piensan, que termino haciendo lo que es más fácil o lo que hacen todos.
Y cuando me doy cuenta me espanto y me vuelvo insoportable y critico todo: la tele, las costumbres, la forma de hablar... Tampoco me gusta verme tan dura con lo que me rodea, creer que yo SI sé como se debe ser o qué está bien y que no...

Voy a tratar de no ser una vieja criticona.
Vo a tratar de no ser una joven criticona tampoco.
Pero tampoco quiero dejar de cuestionar nada.

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